martes, 17 de febrero de 2009


Causas, incidencia y factores de riesgo

Muy frecuentemente una infección es la causante de la cervicitis. Sin embargo, en unos pocos casos se puede atribuir a una
exposición química o a un cuerpo extraño, como un pesario (un aparato que se inserta en la vagina para soportar el útero), un capuchón cervical (un aparato para el control natal) o un diafragma. La causa también puede ser una alergia a espermicidas anticonceptivos o condones de látex.

La cervicitis es muy común y afecta a más de la mitad de las mujeres en algún momento de su vida adulta. Un mayor riesgo está asociado con el coito a temprana edad, con un comportamiento sexual de alto riesgo, con múltiples parejas sexuales y antecedentes de enfermedades de transmisión sexual.
El alto riesgo también está asociado con la pareja que se ha visto envuelta en un comportamiento sexual de alto riesgo o que ha tenido una enfermedad de transmisión sexual previa. La gonorrea, clamidia y trichomonas son infecciones que comúnmente se transmiten por contacto sexual y pueden ocasionar la cervicitis.

Síntomas

secreción vaginal inusual

· persistente
· puede ser profusa y con olor
· de color gris, blanco o amarillo

sangrado vaginal anormal

· después de las relaciones sexuales
· entre menstruaciones
· después de la menopausia
· sensación de
presión o pesadez pélvica

relaciones sexuales dolorosas

dolor vaginal

Nota: es posible que no se presenten síntomas.

Tratamiento

Las causas infecciosas se tratan con medicamentos prescriptos (antibióticos o antimicóticos). Pueden tomarse oralmente (por la boca) o ser aplicados en la vagina (crema o loción).

Se puede iniciar la terapia hormonal especialmente en mujeres posmenopáusicas. La criocirugía, la electrocauterización y la terapia con láser son otras opciones de tratamiento que se pueden tomar en cuenta si las medidas menos invasivas no tienen éxito.

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